Por estos días, cuando el tema de moda en Colombia es la corrupción, especialmente relacionada con los dos candidatos a la presidencia de la República, incluido nuestro actual presidente, nos asalta la inquietud de que las cosas puedan cambiar también en nuestro departamento y nuestros municipios.
Sin duda alguna, dos de los íconos de la corrupción en García Rovira son los contratos para la construcción de la famosa Villa Olímpica, durante la gobernación de Horacio Serpa Uribe y la alcaldía de Milton Suárez González, por más de 3 mil millones de pesos, que concluyó con la construcción de unos muros, una cubierta y una cancha sintética ya en malas condiciones. La comunidad de Málaga sigue a la espera de la acción de los organismos de control del Estado, para que se castigue a los responsables de este desfalco que seguramente configura el delito de enriquecimiento ilícito.
El segundo ícono de corrupción en Málaga son los contratos para la construcción de una morgue tipo uno, para el servicio de todos los municipios de García Rovira. Señalábamos en una de las investigaciones adelantadas y publicadas por este periódico entre 2014 y 2015, que esos más de 500 millones de pesos que costó este elefante blanco, habrían alcanzado para construir unas 25 casas de las que entrega gratis el gobierno nacional y que tienen un costo aproximado de 20 millones de pesos, cada una.
Hoy, tres años después de construida, esta morgue sigue a la espera de obtener sus permisos ambientales y de salubridad para poder ser utilizada en un cien por ciento.
Desde luego, la carretera Málaga – Curos se constituye en otro ícono de corrupción, por la cantidad de contratos efectuados, algunos de ellos sin ejecución de obra, otros que siguen patinando, como es el caso de la construcción de tres puentes por parte de la firma española Sacyr, los que aún corren el riesgo de convertirse en elefantes blancos.
Por fortuna, el Concejo Municipal de Málaga, bajo la presidencia del joven Pedro Jesús Rodríguez, está dando importantes visos de querer enderezar las cosas: me refiero a la posición asumida por varios concejales, especialmente en el tema relacionado con la morgue y de la entrega en concesión del servicio de alumbrado público. Es inconcebible la insistencia del señor alcalde Fredy Cáceres de entregar el alumbrado público a manos privadas, lo que no es otra cosa que regalar a particulares los recursos del municipio sin ninguna justificación.
También conocimos que algunos concejales se opusieron a la compra de una camioneta por más de 180 millones de pesos, en momentos en que todos claman que haya austeridad en los gastos de los empobrecidos municipios.
No queremos imaginarnos que, como se dice por ahí, se estén montando estrategias para también entregar en concesión el matadero y la dirección de tránsito municipal de Málaga, sería absurdo, pero hay que estar muy pendientes para que no incurra en esos errores.
Aplausos para esos concejales que comienzan a entender que su papel no es el de "hacerle cuarto" a los alcaldes para que ejecuten todos sus caprichos, en algunos casos con intereses personales, a cambio de favores políticos.
Qué bueno ver por ejemplo a la concejala Diana Carrero, única mujer en el cabildo municipal de Málaga, defendiendo los intereses del municipio y de la comunidad, hablando de frente y sin tapujos, como debe ser.
Esperamos que este Concejo siga cumpliendo con sus deberes y sus compromisos con la comunidad y se convierta en ejemplo nacional, por encima de cualquier interés personal.
Y es que como decía un polémico dirigente político bogotano: "Esto tiene que cambiar", no retrocedamos.